""La Antigüedad de la ciudad de Córdoba es tan remota que no hay memoria alguna de su fundación. Y cuantas conjeturas se han propuesto sobre este punto son aventuradas y gratuitas. La primera vez que figura en la historia es en tiempo de Aníbal, 218 años antes de Jesucristo. Su situación es de las más ventajosa pues yace en una extensa y deliciosa llanura, que media entre las pintorescas faldas de los Montes Marianos y la orilla derecha del caudaloso Guadalquivir.
La ciudad actual comprende dos partes. Una alta y otra baja. La primera, llamada La Vila es la que habitaron los romanos. La segunda fue destinada por éstos para habitación de los naturales, y permaneció sin muros hasta la llegada de los árabes que le dieron el nombre de Azerquia, y le añadieron el Angulo saliente desde la iglesia parroquial de San lorenzo hasta la puerta Escusada, llamada vulgarmente de la Misericordia.
Entre las varias etimologías que se han propuesto de la palabra Córdoba parece la más fundada la que del idioma hebreo, el más antiguo del mundo, deduce don Jose Antonio Conde en sus notas al Xerif Aledris, derivándolo de las voces Carta-tuba, que significa “ciudad buena”.(1)""
Solo el periodo vacacional con sus ociosos y largos atardeceres nos permiten perder (o ganar) el tiempo escrutando un antiguo ejemplar que dé vida a la próxima ciudad que vamos a visitar. Y la primera reflexión de este editorial es para invitaros a disfrutar de la maravillosa ciudad que nos da la bienvenida y acoge este IV congreso de Alineadores y Nuevas Tecnologías que organiza la Sociedad Española de Ortodoncia. Cuántas veces nos desplazamos a sitios que conocemos por primera vez para asistir a algún evento profesional, y cuantas abandonamos el mismo sin haber podido disfrutar de las interesantes cosas que cada uno nos pueda brindar. No es ésta la ocasión de hacerlo, y os animo no sólo a “estar“ en Córdoba sino a “vivir” la ciudad como se merece.
""Córdoba se convirtió en la capital de la Hispania Ulterior en tiempos de la República Romana. En el siglo VIII, la ciudad se alzó como capital del Califato de Córdoba bajo la dinastía Omeya de Abderraman I, hasta que Fernando III en 1236 conquistó la capital de Al andalus para la Castilla cristiana. La comunidad judía habría convivido estos siglos con árabes y cristinos hasta su expulsión en 1492 cuando Isabel La católica, promulgó el edicto de Granada.(2)""