Cuando parece que la llegada de las vacunas contra la COVID 19 nos muestran el final del largo túnel que hemos recorrido, se acerca también el momento del análisis de las consecuencia que en todos los ámbitos de nuestra vida esta pandemia ha tenido. En el número anterior destacábamos en este espacio, la ventana de oportunidades que se abría para los ortodoncistas, en un intento de contagiar optimismo y positividad. En este editorial quisiéramos concentrarnos solamente en una de esas consecuencias, que es cómo, la población en general, se ha enfrentado a su salud como nunca antes. Las sociedades modernas han basado sus niveles de desarrollo en varios pilares, pero sin duda uno de ellos ha sido su propia capacidad demantener a sus miembros sanos y de curarlos cuando enfermaban. No hay ninguna duda de que uno de esos pilares se ha tambaleado.
Por eso, en este contexto, cobra doble valor la campaña que desde la SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ORTODONCIA se ha iniciado en defensa de la SALUD de nuestros pacientes. El gran problema que hemos arrastrado casi siempre, es que el paciente de ortodoncia “nunca se ha sentido enfermo”. Ha considerado sus maloclusiones como un problema a resolver, o no, pero no como una patología. Eso no ha sido necesariamente malo, hasta que se ha empezado a ver igual desde nuestro lado. Hasta que profesionales de la odontología han pensado que ese “problema” de maloclusión era fácilmente resoluble, de una manera muy simple, “por cualquiera”, dicho con todo el respeto del mundo. El proceso de mercantilización que nuestra profesión está transitando, ha hecho además que algunas empresas que ofrecen servicios odontológicos y determinadas casas comerciales,hayan abundado en el mensaje de que tener una sonrisa bonita, es algo fácil y rápido.
Esto no es nuevo. En las últimas décadas, ya hemos pasado por ello. Los Brackets estéticos, los sistemas “inteligentes” de autoligado o últimamente los alineadores transparentes han sido utilizados como reclamo para atraer a la población general a consumir un producto más relacionado con la estética que con la salud. La diferencia estriba en que la capacidad de impactar en la sociedad a través de los nuevos canales de comunicación que protagonizan internet y las redes sociales, ha multiplicado su influencia exponencialmente.
Nuestra profesión ha tenido claro siempre que los problemas periodontales, el síndrome de disfunción temporomandibular, las alteraciones del crecimiento y desarrollo o las patologías de la función masticatoria o respiratoria, por poner solo unos ejemplos, están directamenterelacionadas con las maloclusiones. Ha sabido siempre que su resolución solo es posible después de un proceso diagnóstico exhaustivo y la puesta en práctica de un plan de tratamiento correcto e individualizado para cada paciente. Y no he tenido dudas acerca de que ambas cosas solo son posibles después de un completoproceso de formación. Es decir, siempre hemos defendido que manejamos salud, y que la salud no la puede tratar “cualquiera”, dicho otra vez con todo el respeto del mundo. Es cierto que muchos pacientes lo saben, lo entienden, y así se acercan a nosotros. Es cierto también que una gran parte de nuestros compañeros enfocan así su práctica diaria, organizándose en equipos inter disciplinares donde entre todos buscan y ponen en practica lo mejor para sus pacientes. Pero no creemos que sea un esfuerzo estéril intentar enviar a la población el mensaje de que se acerque a la Ortodoncia, no detrás de un “aparato” sino detrás de un profesional bien formado, y que la SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ORTODONCIA es una buena referencia para encontrarlos. No se trata de buscar un Bracket estético, un sistema inteligente o un alineador, sino del profesional que sepa usarlos con honradez y sentido común. En España se practica a diario parte de la mejor ortodoncia clínica del mundo, y no es mérito de ningún sistema, sino de los especialistas que los utilizan. Y los que envían el mensaje de que un “buen aparato” puede hacer bueno a un profesional sin formación, son los responsables de que la mejor ortodoncia clínica del mundo conviva en algunos casos con la peor.
Por eso, desde estas líneas os animamos a dar la bienvenida a la campaña “ORTODONCIA Y SALUD” y a sumaros a ella. Os animamos a realizar ese esfuerzo “docente” a vuestro alrededor, en vuestras clínicas, con vuestros compañeros y colaboradores, en vuestras redes sociales, por qué no.