Estimados compañeros:
La 60 reunión de la SEDO celebrada en Islantilla, Huelva, finalizó el sábado 7 de junio. Hoy es lunes, dos días despues, y deseo compartir mis pensamientos y sensaciones en nuestra revista. Todo el equipo que hemos participado en su organización nos sentimos satisfechos y orgullosos del esfuerzo realizado. Y es que ha ocurrido una extraña conjunción. Miembros jóvenes nos han felicitado por sentirse en una reunión especialmente dedicada a ellos, con un formato que encontraron diferente. Y miembros que han asistido a decenas de reuniones nos han felicitado por haber conseguido construir el sentido original con el que estas reuniones fueron concebidas.
Y ello me lleva a la siguiente reflexión. La ortodoncia española ha cambiado en el último decenio de manera significativa, situada en un escenario distinto y diferente al que conocimos en las últimas décadas del siglo pasado. La amplia expansión de centros de formación ortodóncica universitarios (públicos y privados), extrauniversitarios y de difusión a las capas de odontología general es un fenómeno que debe ser asumido por la SEDO, atrayendo a todos ellos a nuestro seno. Y es que dentro de la Sociedad podrán encontrar el estímulo y el conocimiento para situarse en la senda hacia la dignidad y la excelencia clínica.
Pero dentro de este cuerpo, ya perfectamente definido, los ortodoncistas especializados y contrastados clínicamente, los miembros diplomados, deben servir de ejemplo y espejo donde los demás puedan mirarse y aspirar a situarse entre ellos. Porque deben seguir siendo el alma de este cuerpo, hoy ya tan diferente. Y creo que esta reunión ha sido también una SEDO donde los miembros diplomados han tenido un papel preponderante. Todos ellos han participado en el programa científico, de una u otra manera, y se han sentido integrados y acogidos en el programa social. De ahí que han encontrado lo que para ellos ha sido el espíritu original de estas reuniones de verano. Hemos logrado fusionar lo mejor de lo nuevo y de lo anterior.
Ha sido amplia la participación científica de miembros experimentados, miembros jóvenes y miembros en formación. Se ha duplicado la presentación de casos clínicos y de primeras comunicaciones. Han crecido notablemente las exposiciones de comunicaciones orales y de posters. Se ha creado un día de presentaciones orales para todas las casas comerciales que lo solicitaran. Y a todas las casas comerciales quiero agradecer su participación, en una sede para todos difícil de acceder. Ellas son una parte esencial, indisoluble de nuestras reuniones, y su colaboración es indispensable para la financiación de las mismas.