Queridos amigos y compañeros:
Me ha correspondido el gran privilegio de dirigiros unas palabras en nuestra revista ORTODONCIA ESPAÑOLA, órgano de expresión, publicación y exposición de los avances científicos y clínicos de la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO), que este año celebra un especial aniversario. La SEDO cumple 50 años de existencia al servicio de la ortodoncia, al servicio de la odontoestomatología española y sobre todo, al servicio de la población. Esta última se ha beneficiado en este tiempo de los avances en los tratamientos ortodóncicos que nuestra sociedad ha sabido impulsar a través de las actividades científicas organizadas para nuestros socios y para los diversos profesionales de la salud bucodental. La ortodoncia fue la primera especialidad creada dentro de la odontología, hace ya casi un siglo. Es incluso anterior a la mayoría de las especialidades médicas, lo que indica la profundidad y especialización de su cuerpo doctrinario. Ninguna otra disciplina de la odontología ha conjugado aspectos biológicos, ortopédicos, terapéuticos, interdisciplinarios y tecnológicos con la misma complejidad que lo ha hecho la ortodoncia en estos casi 100 años de existencia.
Tambien la SEDO, adoptando el mismo espíritu pionero y creativo, fue la primera sociedad odontológica surgida en nuestro país. En estos 50 años, el crecimiento experimentado por la SEDO la ha convertido también en la sociedad más numerosa. Es por todo ello, que no puedo menos que sonreír con ironía cuando escucho críticas a nuestra sociedad por una supuesta actitud crítica descalificadora o excluyente. Sólo desde la demagogia o el mal entendido interés gremial, se pueden sostener dichas críticas a una sociedad que nunca ha puesto límite a la extensión de los conocimientos ortodóncicos, que siempre ha acogido a aquel que ha deseado afiliarse a ella y que ha participado en innumerables reuniones interdisciplinarias o intersocietarias. Es más, nuestras reuniones han estado abiertas a colegiados y a estudiantes que no pertenecen a la sociedad. La mayoría de nuestros cursos no han sido restringidos para miembros y en nuestra asambleas han podido participar incluso quienes han actuado en contra de los intereses de la SEDO.