Nos encontramos nuevamente en el contexto de nuestra Reunión Anual, que este año hace la número XLVIII y que nos sitúa cada vez más cerca de nuestro cincuentenario. Será precisamente en ella donde tendrá lugar la elección de la sede de la L Reunión Anual, tan cerca y tan lejos a la vez de la primera que presidiera Diego Costa Del Río en Barcelona en el año 1955.

Pese a que la propia SEDO nos convoca con motivo de otros cursos y reuniones varias veces al año, no cabe duda alguna de que ésta es la más significada por motivos varios. En primer lugar, por la asistencia masiva de compañeros tanto ortodoncistas como estomatólogos y odontólogos atraídos por el sugestivo mundo de la ortodoncia. En segundo lugar porque a ella acudimos con los resultados de nuestros trabajos e investigaciones de uno (o varios) años de esfuerzo para comunicárselos, en un acto de generosidad, a todos nuestros compañeros de profesión. Y en tercer lugar por el gran esfuerzo que institucionalmente se realiza desde la propia SEDO y los respectivos comités organizadores para elaborar un ambicioso proyecto en los ámbitos científico, social y comercial.

De nuevo además en una ciudad bella y acogedora como pocas, Sevilla, que ya nos congregara hace 40 años en la VIII Reunión Anual, presidida por Ernesto Vilches Martínez y más recientemente en el año 1994 en la XL Reunión Anual presidida por María Jesús Hernández Aguado. Es de justicia destacar el protagonismo que en los últimos años ha adquirido Sevilla en cuanto a la organización de reuniones, cursos y conferencias de ortodoncia se refiere, tanto de carácter nacional como internacional. Ha ello ha contribuido sin duda el numeroso grupo de profesionales de prestigio que allí trabajan.