Introducción
Los TADs, acrónimo anglosajón de Dispositivo de Anclaje Temporal, son, conjuntamente con los alineadores transparentes, los dos nuevos paradigmas e hitos ortodóncicos del presente siglo. Los TADs “maridan” estupendamente con la Ortodoncia fija y la Ortodoncia plástica, aumentando muy significativamente el abanico de nuestras posibilidades terapeúticas hasta límites reales que, a día de hoy, todavía se desconocen(1).
En mi experiencia clínica, he constatado que nuestros casos complejos se han simplificado y han ganado en predictibilidad gracias al uso de los TADs. Además, he podido subir un peldaño en mis objetivos terapéuticos sin renunciar en ningún momento a mantener mis niveles de eficiencia. En este sentido, en la última encuesta realizada para ortodoncistas norteamericanos en activo, se evidenciaron los siguientes aspectos que paso a enunciar y comentar(2):
1.- El 55% de los ortodoncistas ha tratado el último año una media de 5 casos con TADs.
Si bien carecemos de datos en España en este sentido, mi sensación y la de muchos compañeros es que estamos en torno a esta cantidad y que esta va en aumento.
2.- Los TADs habían reducido el porcentaje de casos quirúrgicos en un 46% de los encuestados, siendo la localización más frecuente la interradicular.
Sin duda, un mayor número de problemas esqueléticos son, en la actualidad, más eficientemente compensados que hace unos años en nuestros pacientes adultos gracias a los TADs.
3.- Los TADs eran colocados la gran mayoría de las veces por ortodoncistas (55%) y, en un 44% de los casos, por los cirujanos y periodoncistas.
Considero que nadie mejor que el ortodoncista para conocer las necesidades de anclaje y la biomecánica asociadas a sus casos. El ortodoncista del siglo XXI ha de dominar la técnica de colocación de los microtornillos (MT) intraalveolares y extraalveolares.
4.- En torno a un 10% de los TADs colocados fracasaban y un 20% se aflojaban o presentaban movilidad.