La recidiva y la retención son dos conceptos ligados en Ortodoncia. La retención es una parte fundamental del tratamiento Ortodóntico. La gran variabilidad de retenedores y de técnicas que existen hoy en día complica la elección de un protocolo adecuado. A nivel mundial, notamos la ausencia de consenso sobre las técnicas de retención que varía según varios factores.

Se debe advertir a los pacientes antes del tratamiento que la fase de retención es una parte integral del tratamiento de ortodoncia. Podemos considerar importante los siguientes seis factores en la planificación de esta fase del “tratamiento”⁽¹⁾]

1. Obtener el consentimiento informado.

2. La maloclusión original y el patrón de crecimiento del paciente.

3. El tipo de tratamiento realizado.

4. La necesidad de procedimientos complementarios para mejorar la estabilidad.

5. El tipo de retenedor.

6. La duración de la retención.

Aunque han pasado más de 140 años desde la introducción del concepto de retención por Angell⁽²⁾, sigue siendo relevante hasta el día de hoy.⁽³⁾ Los aspectos importantes que tiene que cumplir una retención están definidos desde el siglo XIX por varios autores y estudios, pero no así la forma de conseguirlos. En la literatura se puede encontrar numerosas teorías sobre la retención. Los materiales y características de los retenedores, la duración o la forma de colocación son parte de las variables que cambian de un profesional a otro. Podemos dividir las técnicas de retención entre las removibles y las fijas. No existe un consenso común sobre el tipo de alambre, los materiales de unión y los procedimientos. La evidencia científica actual sobre este tema es insuficiente.⁽⁴⁾

Unos principios están considerados como fundamentales sobre las técnicas que permiten disminuir el riesgo de recidiva y mantener el tratamiento ortodóntico estable.

Podemos notar la importancia de sobrecorregir las maloclusiones y mantener una oclusión correcta y estable. Por otra parte, está considerado como un principio básico para minimizar las recidivas el no alterar la forma de arcada dental sobre todo en sentido transversal la anchura intercanina.