Introducción
La literatura científica acerca de la relación entre el sistema estomatognático y la posición de otros segmentos corporales, ha crecido a gran velocidad en los últimos años. Sin embargo, a pesar de este creciente interés en la correlación entre maloclusiones dentales y postura del cuerpo, cabeza y cuello, todavía existe controversia sobre si las correlaciones observadas tienen realmente relevancia clínica y si existe relación directa entre la oclusión dental, los desórdenes temporomandibulares y la postura del cuerpo(1)(2)(3). Así, podemos encontrar autores que se posicionan a favor de esta relación clínica(3)(4)(5)(6)(7) y autores que se posicionan en contra.(8)(9)
En la actualidad, los datos que encontramos en la literatura se basan principalmente en los efectos de la oclusión dental sobre la postura de la cabeza y el cuerpo, mientras que hay muy poca información disponible en sentido inverso, es decir, sobre los efectos de la postura sobre la oclusión dental.
Por una parte, podemos encontrar estudios que se han centrado en la afectación muscular relacionada con las maloclusiones dentales, fundamentalmente las existentes entre los músculos masticatorios y cervicales, donde parece existir una relación evidente.
Hay que recordar que, a nivel estomatognático, a través de receptores dentarios y periodontales se transmite información al SNC acerca de la estabilidad y dinámica de la mandíbula, y dentro de este sistema, la ATM es fundamental ya que establece conexiones musculares, ligamentosas y nerviosas con la región cervical, de modo que alteraciones a nivel oclusal y/o trastornos en la ATM pueden provocar cambios en el patrón muscular que podrían llevar a trastornos a nivel craneal y cervical e incluso según diversos autores, a una afectación en la musculatura más distal del cuerpo y provocar alteraciones posturales(1)(10)(11). Dicho de otra forma, alteraciones a nivel craneofacial podrían llevar a mecanismos de compensación neuromuscular implicando una alteración en la postura(12).