Introducción
El sistema estomatognático (entendido como el conjunto de órganos y tejidos que permiten las funciones fisiológicas y expresiones faciales) está diseñado para soportar altas y frecuentes tensiones y requiere una postura muscular y esquelética estables para llevar a cabo sus funciones diarias. Como la forma y la función están vinculados, una alteración en la forma o posición de alguno de los componentes de este sistema puede afectar al cuerpo en general(1). Es por eso, que estas relaciones funcionales y anatómicas entre el sistema masticatorio y el sistema de control de la postura dan la razón para una posible asociación entre los trastornos posturales y las maloclusiones(2)(3)(4) demostrando su interés dentro de la ortodoncia y la ortopedia(5)(6)(7)(8).
A lo largo de la historia, la postura y las vértebras cervicales se han relacionado con diferentes aspectos generales del cuerpo como son los factores de origen étnico(9)(10), el sexo(11), la edad(12) y la estatura(13) e incluso se han observado diferencias en función del biotipo facial(14), encontrando que los pacientes con un biotipo dolicofacial presentaban una columna cervical larga e inclinada hacia adelante, mientras que los sujetos braquifaciales tenían generalmente un aumento de la lordosis de la columna vertebral.
También se ha estudiado la relación entre las anomalías de las vértebras cervicales y la morfología craneal(15)(16)(17). Tradicionalmente, las anomalías de las vértebras cervicales se han encontrado en pacientes con labio leporino y fisura palatina u otros síndromes craneofaciales(15)(16)(18). Sin embargo, algunas investigaciones sobre pacientes sin síndromes han afirmado que existe una alta prevalencia de estas anomalías, particularmente la fusión entre las vértebras cervicales en pacientes esqueléticos de clase II y clase III y deficiencias en el arco posterior de las vértebras en pacientes con mordida abierta, sobremordida e hipoplasia condilar, en comparación con aquellos pacientes que presentan una neutroclusión(16)(19)(20)(21).
Pero no solo es importante la anatomía cervical, además, diferentes estudios han demostrado que existe una relación entre la postura de la cabeza y las alteraciones de las vías aéreas. La presencia de una obstrucción de la vía aérea nasofaríngea8, amígdalas agrandadas(22) o apnea del sueño(23) producen una mayor extensión de la cabeza y una tendencia al crecimiento vertical.