Introducción
El uso de aparatología de avance mandibular para el tratamiento de clases II de origen esquelético en pacientes en crecimiento está muy extendido. Uno de los aparatos de avance más efectivos en este tipo de casos es el Herbst. El Herbst ha demostrado ser una muy buena opción de tratamiento en estos pacientes, demostrando grandes efectos esqueléticos, tales como el aumento del SNB y reducción del SNA, lo que ayuda a la corrección de la clase II ósea(1).
En el año 1905, Emil Herbst presentó su aparato en el 5º Congreso Internacional de Ortodoncia en Berlín y en el 1934 publicó una serie de artículos mostrando sus buenos resultados. Otros autores, como Schwarz, manifestaron una opinión contraria, alegando que el aparato producía daño en la ATM, periodonto y los dientes usados de anclaje de la aparatología. Esto y la ausencia de menciones al Herbst en la literatura, a partir de 1934, hicieron que cayese en el olvido, pero a finales de los 70 Hans Pancherz revivió el interés sobre el aparato con varias publicaciones que mostraban sus múltiples ventajas en el tratamiento de la clase II, en pacientes en crecimiento(1)(3).
Inicialmente, el aparato consistía en un mecanismo telescópico bilateral, que se conectaba a una banda en el primer molar permanente superior y a otra banda en el primer premolar inferior, de manera que este sistema obligaba al paciente a mantener la mandíbula en propulsión, estimulando así su desarrollo. Cada telescopio estaba formado por un émbolo, dos pivotes, un tubo y dos tornillos(1)(3) (figura 1).
En 1983, Howe, publica sobre el Herbst de acrílico2, cementado de forma permanente. “bonded Herbst appliance”. (figura 2).
En 1988, Howe y McNamara describen un Herbst con recubrimiento de acrílico, que cubriría por completo desde los caninos a primeros molares, en la arcada superior y todos los dientes de la arcada inferior. Con este diseño surge por primera vez la posibilidad de utilizar el aparato de forma removible. Este diseño, que surgió para ser cementado, “bonded Herbst appliance”, ahora, se recomienda utilizar de manera removible, para prevenir la descalcificación y el daño a la estructura dental, de manera que, salvo casos en los que se utilizasen con un tornillo de disyunción, o en los que se cementen tubos en el acrílico, para colocar brackets anteriores, el aparato debe ir removible(4)(5). Por tanto, en los casos en los que se necesitase hacer disyunción y/o mantener la profundidad de arcada, se debe cementar de forma permanente, durante los 6-7 meses de tratamiento.