Introducción
¿Por qué puede interesar la Ortopedia Funcional de los Maxilares?
¿Por motivos económicos? NO ¿Porque da resultados predecibles? SÍ
La mayoría de los pacientes en crecimiento no padecen anomalías craneofaciales de gravedad, pero muchos de ellos presentan discrepancias en el desarrollo y relación máxilo-mandibular, cuyo origen es genético, epigenético y ambiental. El genoma humano funciona de forma similar a una partitura. El genoma contiene la secuencia completa de ADN, con las instrucciones necesarias para la producción de proteínas y otros elementos funcionales; el epigenoma posee la capacidad de regular la expresión de los genes sin alterar esa secuencia, es decir, interpreta esas instrucciones haciendo que cada célula se comporte de una u otra manera en cada momento, activando o silenciando sus genes(1)(2).
La secuencia de ADN de nuestros pacientes no es modificable, a diferencia del epigenoma, el cual registra las experiencias de cada célula y la influencia del ambiente sobre ellas. Por lo tanto, el epigenoma es diferente en los distintos tejidos y tipos celulares del organismo, cambia a lo largo de la vida o momento del desarrollo e incluso en los distintos estados de salud. El ejemplo más claro son los gemelos idénticos (gemelos monocigóticos) que, a pesar de poseer el mismo genoma, su fenotipo no es idéntico. (Figuras 1-A y 1-B)
Queda pues claro que no es posible modificar la genética, pero sí actuar sobre factores ambientales como hábitos, fuerzas musculares y oclusión(3). Eliminar los elementos adversos puede favorecer que el crecimiento y desarrollo se conviertan en poderosos aliados de nuestro tratamiento. Unos aliados fundamentales ya que, para el correcto diagnóstico de las diferentes displasias, no basta con reconocer los factores presentes en la patología, sino que es imprescindible un exhaustivo conocimiento de la normalidad. A partir de ahí, el tratamiento irá encaminado hacia un objetivo bien definido capaz de interceptar el problema de forma precoz y que mejore la discrepancia esquelética, manteniendo un ambiente favorable para el crecimiento futuro de los maxilares.