1. Retención en ortodoncia. Retención fija y removible
La tendencia a la recidiva dentaria y esqueletal puede considerarse más una norma que la excepción en el contexto del tratamiento de ortodoncia. Así, en 2013 Yu y cols. estimaron que 10 años tras acabar el tratamiento ortodóncico solamente un 30-50% de los pacientes mantenían el alineamiento dentario obtenido de forma satisfactoria, porcentaje que bajaba al 10% a los 20 años(1). La retención, por tanto, debe considerarse como parte integral del tratamiento ortodóncico(2). Según Johnston y Littlewood, los retenedores estarían también indicados, con la finalidad de evitar los cambios de posición dentaria que se expresan de forma fisiológica con el desarrollo a largo plazo, incluso en pacientes que no han recibido tratamiento ortodóncico alguno(3).
Múltiples factores afectan a la estabilidad ortodóncica post-tratamiento. Gunay y Oz(4) destacan tres de ellos: el tiempo de reorganización de los tejidos gingivales y periodontales, la inestabilidad posicional de los dientes tras el tratamiento ortodóncico y los cambios producidos por crecimiento(3)(4). Sin embargo, muchos otros factores han sido referidos adicionalmente (base apical, adecuada relación molar y canina, tipo de maloclusión, apiñamiento inicial, inclinación y protrusión incisiva, sobreexpansión, extracciones dentarias, edad y sexo del paciente, nivel de acabado ortodóncico del caso, nivel de soporte óseo, etc.)(3)(5)(6).
La retención puede ser planteada de formas muy diferentes. Tradicionalmente son dos los enfoques principales, retención removible y retención fija, si bien hoy día muy frecuentemente se asocian ambas(7). Muy ocasionalmente se aplican técnicas asociadas como la fibrotomía supracrestal y el limado interproximal o “stripping” para mejorar la efectividad de la retención(3). Sin embargo, hay que hacer constar que hay un significativo déficit de estudios controlados aleatorizados (RCTs en terminología anglosajona) y por tanto, insuficiente evidencia de alta calidad en el terreno de los procedimientos de retención ortodóncica(8).
El enfoque más clásico de retención removible es la placa de Hawley4 (mucho más extendida que el uso de retenedores envolventes y posicionadores), que ha sido desplazada en gran medida por los retenedores termoplásticos de recubrimiento completo(3)(4)(9), tanto en su versión actualmente más frecuente, termoformada al vacío, como en la de los generados por impresión 3D. Estos retenedores termoplásticos expresan menores variaciones respecto al modelo en el caso de los termoformados, si bien todos ellos lo hacen con variaciones por debajo de 0,5 mm, lo cual se considera clínicamente suficiente(10).