Introducción
En la actualidad, los cementos representan un material imprescindible en odontología, utilizándose tanto para la adhesión de coronas o pilares protésicos, como para la fijación de dispositivos ortodónticos(1).
Sin embargo, la colocación de aparatología ortodóncica fija conlleva un problema casi inherente a su uso: los brackets, las ligaduras metálicas, los arcos y las ligaduras elastoméricas favorecen la acumulación y retención prolongada de placa bacteriana en las superficies del esmalte adyacentes a los aparatos de ortodoncia, que son difíciles de retirar con el cepillado dental(2). Los dispositivos de ortodoncia dificultan el mantenimiento de una correcta higiene bucal, potencian la acumulación de biofilm y conducen a altos niveles de bacterias cariogénicas(1)(3)(4)(5). Estas bacterias cariogénicas producen ácidos orgánicos y desencadenan la desmineralización del esmalte, siendo la aparición de lesiones de manchas blancas (WSL) el primer signo de desmineralización del esmalte(6)(7)(8)(9).
La aparición de WSL alrededor de brackets y dispositivos de ortodoncia es una de las principales complicaciones en los pacientes sometidos a tratamiento de ortodoncia(10). El desarrollo de nuevas lesiones de mancha blanca en los pacientes durante el tratamiento de ortodoncia fija tiene una incidencia reportada del 45,8%. Sin embargo, la prevalencia de dichas lesiones en pacientes sometidos a un tratamiento de ortodoncia es del 68,4%(11)(12). Los factores relacionados con la incidencia de WSL son la menor edad del paciente al inicio del tratamiento, la mala higiene bucal, los pacientes varones y la duración del tratamiento(12).
El desarrollo de lesiones de caries complica el tratamiento e ilustra la necesidad de controlar el biofilm durante los tratamientos de ortodoncia(13). La caries dental es una enfermedad multifactorial que está estrechamente relacionada con la flora microbiana de la cavidad bucal. El tratamiento de ortodoncia con aparatología fija conduce a un aumento de la acumulación de placa y a niveles elevados de Streptococcus mutans y Lactobacillus acidophilus, que se consideran los principales patógenos de la caries dental(5). S. mutans, el patógeno responsable del desarrollo de las lesiones de caries, es una bacteria acidogénica que cuando se expone a carbohidratos fermentables presentes en la biopelícula oral puede producir ácidos orgánicos y generar desmineralización del esmalte(2)(5)(8)(14)(15). Los lactobacilos son bacterias anaerobias grampositivas y facultativas que se relacionan con la progresión de las lesiones de caries. Por lo tanto, Lactobacillus no causa directamente caries dental, pero su subproducto metabólico, el ácido láctico, juega un papel importante en la progresión de las lesiones de caries(5)(14).