Introducción
Las maloclusiones se clasifican como el tercer mayor problema de salud bucal en el mundo según la OMS(1)(2). Algunas maloclusiones son producidas por deficiencias del maxilar y sus manifestaciones más frecuentes son mordidas cruzadas anteriores y posteriores uni o bilaterales, inclinación palatina de los dientes, apiñamiento severo, paladar profundo, formas de arco estrecho y problemas relacionados con respiración nasal(3).
La mordida cruzada anterior se define como una maloclusión en la dimensión sagital que resulta en una posición lingual de los dientes anteriores maxilares en relación con los dientes anteriores mandibulares(4) y su prevalencia varía de 2,2% a 11,9%(5). La mordida cruzada posterior es un problema común en la práctica de ortodoncia y se ha informado que ocurre en 8% a 22% de los pacientes de ortodoncia(6), puede ser de origen esquelético cuando existe una deficiencia esquelética transversa del maxilar, o puede ser de origen dental cuando existe una posición dental alterada en dirección palatina o bucal(7). Estas se expresan dentalmente como una mordida cruzada posterior unilateral o bilateral, o como un arco en forma de "V" con inclinación bucal compensatoria de los molares superiores(8).
Las maloclusiones debidas a una constricción maxilar en niños con crecimiento pueden tratarse ejerciendo fuerzas sobre la sutura palatina media(9). Se ha reportado que las suturas palatinas se cierran tan pronto como el paciente alcanza los 12 o 13 años de edad(10).
La expansión maxilar está indicada para pacientes con maloclusión esquelética Clase I, Clase II y Clase III(11) la cual puede obtenerse por una combinación de los movimientos dentales ortopédicos y de ortodoncia. Existen varias alternativas de expansiones: expansión maxilar rápida, expansión maxilar lenta, expansión y constricción alternantes, expansión del arco de alambre y, más recientemente, expansión soportada en un dispositivo de anclaje temporal y asistida quirúrgicamente(12). Un correcto diagnóstico de las deficiencias transversales del maxilar y un plan de tratamiento realizado por el ortodoncista hacen posible la correcta corrección de estas carencias y la satisfacción de los pacientes(13).