Introducción
ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LA TÉCNICA
La filosofía en la técnica de Begg parte del hecho de que los dientes tienen una tendencia fisiológica al movimiento(1). Tras la observación de la dentición en el aborigen australiano, P. Raymond Begg entendió la atrición oclusal e interproximal como un mecanismo prehistórico universal para reducir el tamaño de los dientes, y estuvo convencido de que la oclusión anatómicamente correcta solo podía resultar tras la atrición. Definió así lo que se conoce como la “oclusión por desgaste”(2). Convencido de que los hábitos alimenticios y el estilo de vida del hombre civilizado impedían este tipo de oclusión, comenzó a extraer dientes como compensación a esa falta de desgaste. No obstante, Begg no tardó en entender que el mecanismo del bracket de arco de canto que había aprendido de Angle(3) con el fin de no extraer, dificultaba el cierre rápido de los espacios de extracción y creaba problemas en la reducción de mordidas profundas(4).Comenzó pues a usar el bracket de arco cinta, que le permitiría sobrellevar algunas de lo que él consideró desventajas inherentes a la ranura del arco de canto. El bracket era el clásico de arco cinta pero al revés, es decir, con la ranura hacia gingival en vez de hacia oclusal, que es como se utilizaba en la técnica universal(5). Introdujo también el uso del llamado alambre de acero australiano, que tenía unas propiedades únicas de resiliencia y dureza que lo hacían muy apropiado para abrir la mordida y mantener el control vertical(6). Gracias a este mismo alambre pudo también desarrollar el concepto de resorte auxiliar, que le permitía generar movimientos dentarios de enderezamiento y torque de manera relativamente individualizada.
Muy esquemáticamente, Begg basó su técnica en el movimiento de inclinación de los dientes y en su posterior enderezamiento, así como en el concepto de fuerza o presión diferencial(7). Su máxima expansión llegó en la década de los 70 coincidiendo, a finales de la misma década, con la fuerte irrupción de las técnicas de arco recto(8), iniciándose una nueva era en la Ortodoncia. Esto en cualquier caso hizo aún más patente el principal problema que caracterizaba a la técnica de Begg: la dificultad que entrañaba el terminado preciso de los casos. Cierto era que el bracket de Begg permitía el movimiento de libre inclinación sin limitaciones, apenas fricción ni necesidades de anclaje. Pero, por otro lado, obligaba posteriormente a una labor de enderezamiento y torque a base de auxiliares que complicaba enormemente el manejo y precisión del acabado del caso, por la falta de control tridimensional(9). Esto fue una asignatura pendiente que tuvo el Dr. Begg quien, tras recibir numerosos premios a lo largo de su vida por parte de distintas asociaciones ortodóncicas, falleció en 1983 cuando investigaba la manera de obtener ese mejor control final con su bracket(10). Aunque la descripción de su técnica excede los objetivos de este trabajo, consideraremos algunos principios básicos de su filosofía que siguen siendo fundamentales en la técnica de arco recto diferencial y sus diversas variantes.