Introducción
El desarrollo de la dentición a través de la vida se genera en dos etapas, la dentición temporal, seguida de la dentición permanente; esta segunda tiene sus inicios alrededor de los 6 años de edad. Entre los 6 y los 12 años la erupción del primer molar superior cumple la función principal de masticación y participa en el proceso de transición de la dentición determinando factores fundamentales de la oclusión(1). El primer molar superior cuenta con características morfológicas y funcionales diferenciales, siendo los dientes más fuertes y con mayor longitud en cada arco dentario. En su porción oclusal cuenta con una gran superficie masticatoria que generalmente se encuentra constituida por 3 a 5 cúspides y su plataforma oclusal es de mayor tamaño comparada con los otros molares. Su corona está centrada sobre su porción radicular, cuenta con un tronco radicular mayor en longitud y un componente radicular formado por tres raíces, dos vestibulares, mesial y distal, y una palatina, siendo esta última la de mayor diámetro. Así como la importancia que tiene este diente en el mantenimiento de la dimensión vertical de la cara y la estética facial de la parte posterior de las mejillas mejorando el tono, también es importante para la continuidad de los arcos en la alineación dentaria.(2)
La relación oclusal entre el primer molar superior y el inferior, es la primera descrita en las 6 llaves de oclusión de Andrews (3). Adicionalmente se ha encontrado que su angulación, inclinación, rotación y relación con el plano oclusal posterior, constituyen factores determinantes en el desarrollo y establecimiento de las maloclusiones. Muchos autores han descrito estas y otras características sin prestar mayor atención a la relación de esta posición en diferentes aspectos anatómicos y funcionales dentro del sistema estomatognático.(4)
En la filosofía de FJS la posición del primer molar superior cobra relevancia y constituye un pilar fundamental tanto en el diagnóstico, como para la estrategia del tratamiento, donde la raíz debe tener una angulación distal y la corona una angulación mesial para establecer una oclusión natural estable. Adicionalmente debe haber un asentamiento de la cúspide disto vestibular del primer molar superior, entre el primer y segundo molar inferior, con una posición de la cúspide mesial del molar superior ligeramente distal al surco medial del primer molar inferior (Figura 1A). Para preservar la posición natural del primer molar superior en clase I, FJS cementa el tubo paralelo a línea oclusal de referencia descrita por FJS (Figura 1B).
- Figura 1A | Posición natural del primer molar superior en clase I.
- Figura 1B | Mantenimiento de la posición natural del primer molar superior cementando el tubo paralelo a la línea oclusal de referencia descrita por FJS.