Introducción
En nuestra práctica clínica diaria, uno de los mayores retos a los que nos afrontamos los ortodoncistas es a un buen acabado de nuestros casos. Todos los ortodoncistas saben que esta última fase de detallado y finalización es la más difícil y la que más tiempo consume y que muchas veces nos alarga un tratamiento. A pesar de ello, en los cursos y congresos, nos preguntan con mucha frecuencia ¿cuál es el secreto de acabar un caso? ¿cómo acaban ustedes sus casos? Esto demuestra, sin lugar a duda, el hecho de que los ortodoncistas de todo el mundo tienen el deseo de acabar sus casos de forma excelente. (Fig. 1)
Antes de continuar, debemos preguntarnos “¿cuál es la definición de un caso bien terminado?" ¿Cuáles son los atributos que hacen que un resultado final sea un resultado excelente? Esto es exactamente lo que queremos hacer en este artículo. Compartir con vosotros lo que creemos es un caso bien terminado y como conseguir que nuestros casos acaben con el más alto grado de excelencia. No queremos repetir lo que se ha dicho en numerosas ocasiones, pero es tan cierto e importante que nos arriesgaremos a repetirlo “begin with the end in mind” es decir “Comenzar con el final en mente”, todos lo sabemos, todos lo hemos escuchado muchas veces y, a pesar de esto, sigue siendo cierto hoy como lo fue ayer. Sin embargo, para nosotros la palabra comenzar es sinónimo de diagnosticar. Para acabar bien un caso, se debe realizar ante todo un diagnóstico completo y exhaustivo en todos y cada uno de los pacientes y este será el PRIMER PASO para un excelente acabado.(1)
Es por esta razón por la cual en la filosofía FACE llevamos muchos años insistiendo en la realización de un diagnóstico exhaustivo (de cada uno de las partes del sistema estomatognático) de cada caso a fin de realizar un plan de tratamiento basado en los objetivos. Esto lo entendió perfectamente el Dr. Roth y por eso repetía con frecuencia “dedicamos demasiado tiempo a tratar y no lo suficiente en diagnosticar”.(2)