Introducción
Hace ya más de 2 años en el número 58 de la presente revista, publicamos el artículo titulado “Corticotomías y Ortodoncia en la filosofía FACE: 15 años de éxito”(1) en el cual publicamos 7 casos clínicos tratados en diferentes clínicas afines a nuestra filosofía. Todos los casos fueron tratados con aparatología fija y con corticotomias como coadyuvante a nuestros tratamientos de ortodoncia. Hoy vamos más allá y os presentamos “los 15+3 años de éxito” con otros tantos nuevos casos, pero lo que en el pasado se hacía con aparatología fija, hoy lo hacemos con alineadores FAS®. Y ese es el objetivo del presente artículo, mostraros el como, el cuándo y el por qué de beneficiarnos del uso de corticotomías con nuestros tratamientos con alineadores.
Las corticotomías crean una lesión quirúrgica de la cortical alveolar que provocan una rápida remodelación del hueso subyacente, denominada “fenómeno aceleratorio regional” (RAP). La ostopenia transitoria facilita el movimiento dental ortodóncico.(2)
La primera referencia de esta técnica quirúrgica la tenemos con Kole H en el 1952(3). Esta técnica ha ido evolucionando hasta nuestros días. Significativa es la aportación de los hermanos Wilcko,(4) que le denominaron a la técnica como Ortodoncia Osteogénica Acelerada (con sus siglas en ingles AOO). Es una técnica de corticotomía extensiva a todos los dientes que se moverán durante el tratamiento de ortodoncia. El procedimiento descrito comienza con un tratamiento de ortodoncia fija integral, seguido de un colgajo de espesor total y la decorticalización del hueso alveolar que alberga los dientes a mover. La técnica de Wilcko realiza cortes verticales entre cada diente y cortes horizontales supra apicales. Esta técnica es complementada con un xenoinjerto o un alloinjerto de hueso reabsorbible en el sitio quirúrgico y el cierre del colgajo de tejido blando. Posterior al procedimiento quirúrgico, semanalmente se realizan ajustes de ortodoncia para aprovechar el RAP, que tiene una duración máxima de tres o cuatro meses. La tasa de movimiento de los dientes vuelve a la normalidad una vez que el hueso se ha cicatrizado lo suficiente.