Introducción
El objetivo de todo tratamiento ortodóncico es la mejora de la oclusión, función, masticación, estética, comodidad, autoestima y salud del paciente en general(1). Sin embargo, tenemos que considerar que, como en muchas otras intervenciones, existe la posibilidad potencial de causar un daño significativo a los tejidos duros y blandos, ya que la tipología de la aparatología ortodóncica y sus componentes, contribuyen a la retención de placa, originando desde inflamaciones gingivales e incluso, en ocasiones, lesiones periodontales(2)(3). El origen de las patologías bucales asociadas al tratamiento ortodóncico es, en su mayoría, causado por agentes irritantes, friccionales y traumáticos lo que origina lesiones de tipo reactivas tales como hiperqueratosis friccional, úlceras traumáticas, fibroma traumático, hiperplasias fibrosas, mucocele y otras como reacciones herpéticas y queilitis angular, resultando afectadas encías y mucosas(1).
La queilitis angular viene producida por una serie de microorganismos entre los cuales destaca el hongo Candida albicans (C. albicans), debido a que los tratamientos ortodóncicos alteran el pH de saliva, aumentan la acumulación de placa dental y dificultan la correcta higiene bucal lo que favorece su desarrollo(4).
Además, hay diferencia entra la distinta aparatología. Los brackets estéticos tienen un nicho más ecológico y poroso que la aparatología metálica con lo que existe mayor incidencia de Candida en los primeros(5).
Dada la importancia que tiene el llevar a cabo un tratamiento ortodóncico con éxito, es necesario no descuidar todos aquellos factores irritantes, friccionales y traumáticos que puedan originar lesiones tanto en mucosa como en periodonto. Es preciso una observación permanente y un examen clínico exhaustivo antes, durante y después del tratamiento, siendo fundamental conseguir involucrar al paciente para que mantenga un nivel extremadamente alto de higiene oral para lograr un resultado final sin efectos adversos y plenamente satisfactorio.
Por todo ello, el objetivo principal es cuantificar la colonización de C. albicans en los pacientes antes de iniciar el tratamiento ortodóncico y durante el proceso del tratamiento. Existen tres objetivos secundarios donde se analizará la presencia en la cavidad oral de las diferentes cepas de Candida, la colonización oral por C. albicans en función del tipo de aparatología ortodóncica que lleva el paciente y el nivel de higiene oral de los voluntarios.