Introducción
La mordida abierta se define como la ausencia de contacto y la superposición vertical de los incisivos maxilares y mandibulares(1)(2). Esta definición basada en la descrita por Carabelli en la mitad del pasado siglo, se manifiesta bien a nivel del grupo incisivo o de los segmentos posteriores de las arcadas.
Las mordidas abiertas, suelen tener un componente esquelético que se caracteriza por un incremento en la altura facial inferior: la distancia desde la base nasal hasta la base mandibular está aumentada con respecto al tercio medio facial.
Este patrón vertical de crecimiento provoca la mordida abierta anterior. Richardson distingue tres tipos de mordidas abiertas esqueléticas según el inicio y la evolución de la displasia(3): Esqueleticas ab initio presentan la deformidad en una edad temprana, Recidivantes: la mordida abierta se manifiesta en la edad prepuberal y Esqueléticas de novo: el patrón esquelético es el factor etiológico primitivo.
El patrón de rotación maxilar en un individuo con un crecimiento de tipo cara alargada muestra que al rotar la mandíbula hacia atrás, aumentando el ángulo del plano mandibular, aumenta la altura de la parte anterior de la cara, se produce una tendencia a la mordida abierta anterior y los incisivos se ven empujados hacia delante en relación con la mandíbula. Los cambios mandibulares se deben fundamentalmente a una ausencia de la rotación interna anterior normal e incluso a una rotación interna posterior. La rotación interna está a su vez fundamentalmente centrada en el cóndilo. Este tipo de rotación se asocia a maloclusión de mordida abierta anterior y a deficiencia mandibular (ya que el mentón rota hacia atrás y hacia abajo). La rotación posterior de la mandíbula afecta también a pacientes con anomalías o cambios patológicos en las articulaciones temporomandibulares. En estos individuos, el crecimiento a nivel condilar está restringido. En los estudios clásicos publicados por Björk y Skieller, se observó una rotación posterior centrada en el cuerpo de la mandíbula, en vez de la rotación posterior a nivel condilar que se observa en los individuos del tipo de cara alargada clásico(1)(4). (Figura 1)