Introducción
La literatura científica refleja a través de los estudios publicados que los tratamientos de ortodoncia consiguen mejorar la estética facial y dentaria, y permiten mejorar la oclusión del paciente otorgándole una mejor función del sistema estomatognático. Lo que sigue siendo motivo de discusión en los diferentes estudios es el efecto de los tratamientos de ortodoncia sobre la salud periodontal, tema en que los diferentes autores no comparten opinión (1)(2)(3)(4)(5)(6)(7).
Varios trabajos defienden que la relación entre apiñamiento, acúmulo de placa y afectación periodontal es positiva(8)(9)(10), mientras que otros trabajos no encuentran relación directa(11)(12). Algunos investigadores mantienen que no existe daño permanente de los tejidos periodontales como consecuencia de un tratamiento de ortodoncia y que las condiciones iniciales del periodonto se restablecen poco tiempo después de la retirada de la aparatología(4)(6)(7), mientras que otros deducen de sus trabajos que el tratamiento de ortodoncia puede causar, a nivel marginal, el inicio de la enfermedad periodontal(2). El cementado de bandas, así como la intrusión dentaria se consideran factores que podrían aumentar la retención de placa subgingival(6)(13) y algunos estudios demuestran que existe una pequeña, aunque significativa pérdida de tejido conectivo de inserción justo después de la finalización del tratamiento ortodóncico(2)(3).
Algunos trabajos se han orientado a dilucidar el impacto de la aparatología fija, removible, funcional y de retención en la acumulación de placa y gingivitis(7)(14)(15), concluyendo que pocos meses tras la retirada de la aparatología las condiciones de salud gingival de los pacientes volvían a ser similares a las observadas antes de iniciar el tratamiento.
Zahcrisson publicó en 1972 un trabajo(1) que examinaba los cambios gingivales que se producían durante todo el proceso del tratamiento ortodóncico y en los primeros meses del periodo de retención.
Los resultados del estudio mostraron que uno o dos meses tras el inicio de tratamiento, el grupo experimental desarrolló una ligera gingivitis que persistió durante el tratamiento sin empeorar y que el primer mes tras la retirada de los brackets disminuyó hasta igualarse a la situación del grupo control. Así pues, de este estudio se dedujo que no existían daños permanentes en el periodonto debido al tratamiento de ortodoncia.