Introducción
La fisura labio palatina es una de las malformaciones congénitas más frecuentes, su incidencia de 1 entre 700 nacidos vivos. Numerosos estudios respecto a la incidencia de estos casos han puesto en relieve diferencias genéticas y raciales.
El desarrollo craneofacial se produce mediante la migración, proliferación y diferenciación de un complejo de células. La completa fusión del labio ocurre a las 4 semanas de gestación, una interrupción en este proceso produce un fracaso en el desarrollo del labio dando lugar a un labio fisurado completo o incompleto(1)(2). El paladar hendido aparece cuando se produce una falta de fusión de los procesos palatinos, esto no suele ocurrir hasta la novena semana de la vida embrionaria.
La genética y los factores ambientales parece ser que son la causa principal para el desarrollo de estas anomalías craneofaciales. Hay un gran componente genético que hace que encontremos en hermanos una mayor incidencia que en la población normal. Factores medioambientales y déficit en la nutrición durante el embarazo parece estar asociado a una alta incidencia en la presencia de paladar hendido. También el déficit de ácido fólico, medicamentos como el metrotrexate y la ingesta de alcohol durante el embarazo han sido asociados a la presencia de fisura labio palatina.(5)(6)(7)
Los pacientes fisurados labio-palatinos presentan una clase III, con una morfología facial cóncava por hipoplasia maxilar multidimensional, con deficiencia en el plano sagital, vertical y transversal. (figura 1)
La hipoplasia en el plano sagital del tercio medio facial está documentada en un 25% de todos los pacientes. Esto puede ser debido a dos factores principalmente, el primero a la disminución intrínseca del crecimiento del maxilar producida por la propia malformación y el segundo a la presencia de las cicatrices en los tejidos blandos producidos por las cirugías primarias del labio y/o paladar(8)(9)(10). Algunos estudios muestran que aquellos pacientes los cuales no han tenido ningún tipo de cirugía presentan un SNA normal o incluso mayor cuando se compara con pacientes normales, otros estudios muestran que individuos a los cuales se les ha realizado tratamiento quirúrgico muestran una inhibición en el crecimiento tanto sagital como transversal del tercio medio facial.(11)(12)