Introducción
Dentro de la famosa ecuación que relaciona la forma con la función en ortodoncia y ortopedia dentofacial, podría incluirse un tercer elemento, de acuerdo con autores como John Flutter(1)): la postura (figura 1). Así, cuando hay alteraciones posturales pueden haber alteraciones morfológicas o funcionales a nivel orofacial; y viceversa, las alteraciones posturales pueden sobrevenir en algunas maloclusiones concretas. Determinadas alteraciones vertebrales y de pelvis tienen su origen en determinadas alteraciones del plano oclusal, por ejemplo, y todas estas relaciones tienen importancia para el ortodoncista. En salud, el plano oclusal debe estar en ángulo recto con respecto al eje de gravedad, y paralelo a las demás partes del cuerpo (figura 1) y (figura 2).
- figura 1 | Postura correcta.
- figura 2 | Posición maxilar y mandibular adecuadas.
Cuando las estructuras esqueléticas no son paralelas o no se disponen en ángulo recto con respecto al eje de gravedad, la salud del individuo puede verse comprometida (figura 3).
El caso de la (figura 4) ilustra como cambia la postura cervical de un paciente, que se colocó en la posición mostrada sin que se le indicase específicamente, tras un tratamiento de avance mandibular con aparatología funcional.